Primera piedra Polos Territoriales de Desarrollo Estratégico / consolidación de una nueva industria de ingredientes funcionales y aditivos especializados en Chile

La Fundación para la Innovación Agraria (FIA), agencia del Ministerio de Agricultura, cuya misión fomentar una cultura de la innovación en el sector agrario, agroalimentario y forestal, promoviendo y articulando iniciativas de innovación que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de las agricultoras y agricultores,

en todas las regiones del territorio nacional, lanzó el Proyecto Polos Territoriales de Desarrollo Estratégicos que impulsen, en el territorio, la conformación de redes de cooperación, articulación y encadenamientos productivos que permitan sentar las bases para el desarrollo estratégico de una nueva industria de ingredientes, con el objetivo de incrementar la oferta de ingredientes funcionales y aditivos especializados y el suministro de materias primas dedicadas de origen agrícola, pecuario o forestal para consolidar esta nueva industria en el país.

Si se tratara de un juego de ajedrez, el tablero sería el territorio, y las piezas una entidad tecnológica, agricultores asociados para producir materia prima, y una empresa capaz de transformar esa materia prima en ingredientes funcionales o aditivos especializados. Y si bien cada pieza posee movimientos específicos, acá no hay rey, reina, alfiles ni peones, sino que todas poseen la misma relevancia dentro de la estrategia, todas coordinadas trabajando bajo un objetivo común.

Imaginemos por un minuto una partida de este ajedrez. Con información prospectiva en mano, una empresa transformadora, un instituto de investigación y agricultores de la región de Valparaíso, se articulan y definen una estrategia basada en el potencial que posee la extracción y comercialización de los ingredientes funcionales de las hortalizas que se han cultivado en la zona por años.

El instituto realiza los estudios que confirman la calidad de la materia prima local, el nivel de concentración de los compuestos activos en cuestión y desarrolla una metodología para una extracción que conserve intactas sus propiedades. Por su parte los agricultores, ahora asociados y compenetrados con la estrategia, se comprometen a producir y proveer la materia prima en tiempo, calidad y volumen acordados.

Por último, la empresa acondiciona su planta de procesamiento para transformar las hortalizas en mercancía de alto valor comercial, dando forma a un portafolio de productos entre los que destaca el licopeno, ingrediente funcional del tomate cada vez más requerido por la industria mundial de alimentos saludables. La partida recién comienza. Un par de buenas jugadas y 50 agricultores se reconvierten sumando 2.500 hectáreas a la estrategia.

Las piezas realizan sus movimientos de acuerdo a lo planificado y el consorcio activa la economía local, recluta mano de obra, la fuerza laboral se especializa y gatilla el desarrollo de diversos servicios que operan en la región. Nueva jugada maestra y el clúster inicia sus exportaciones a Asia, Europa y América del Norte… Lejos de la utopía, el imaginario anterior es el escenario concreto y realizable que plantean los Polos Territoriales de Desarrollo Estratégico, un instrumento que pretende sentar las bases para una nueva industria chilena de ingredientes funcionales y aditivos especializados.

Creado por el Ministerio de Agricultura a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), y con financiamiento del FIE, este programa busca encadenar al productor agrícola con la empresa extractiva asentada en un territorio específico, con miras a diversificar y sofisticar su matriz productiva, dinamizando de esta manera la economía local, atrayendo inversión y generando plazas laborales tanto temporales como permanentes. “Cada polo deberá ser un espacio de articulación entre empresas transformadoras, entidades tecnológicas, agricultores, asociaciones y organizaciones productivas, con la capacidad de sumar a actores internacionales a través de alianzas estratégicas”, explica Soledad Hidalgo, jefa de Desarrollo Estratégico de FIA.

“Estamos hablando de un enorme esfuerzo público-privado, que permitirá aprovechar el gran potencial que posee Chile en la provisión de materias primas de origen agrario, agroalimentario y forestal”, destaca. El objetivo es impulsar la creación de cuatro polos territoriales en torno a la transformación de productos silvoagropecuarios, “que tengan el potencial de convertirse en verdaderos motores capaces de dinamizar las economías locales, a través de la generación de redes de cooperación y encadenamientos productivos”, agrega Hidalgo.

“Las extraordinarias condiciones naturales que posee Chile, le han permitido desarrollarse y competir con ventaja frente a los demás países de la región. No tengo duda que los Polos Territoriales continuarán esta senda La convocatoria asignará recursos por un total de 3 mil 600 millones de pesos en un lapso de tres años, 900 millones a cada polo. “Thierry De Saint Pierre, Secretario ejecutivo del FIE (Fondo de Inversión Estratégica del Ministerio de Economía).

“El instrumento creado por FIA posee un potencial incalculable. Su ejecución contribuirá de manera decisiva a alcanzar un mayor grado de sofisticación productiva y una paleta exportadora diversificada “,Graciela Urrutia, Gerente de Transforma Alimentos.

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