“La mayor parte de la población global presenta ingestas inadecuadas de vitaminas y minerales” Estudio Universidad de Harvard y GAIN
Autor: Macarena Ortiz M.
Líder Regional de Nutrición y Salud Granotec
Fuente: The Lancet Global Health, Global estimation of dietary micronutrient inadequacies: a modelling análisis. Agosto, 2024.
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard, en colaboración con la Alianza Global para Mejorar la Nutrición (GAIN, por sus siglas en inglés) y otros actores del ámbito nutricional, fue publicado recientemente en la revista The Lancet.
El objetivo del estudio fue estimar la prevalencia global de ingesta inadecuada de micronutrientes esenciales e identificar las brechas de micronutrientes en la dieta entre grupos demográficos y países específicos. Para llevar a cabo esta investigación, se analizaron datos de ingesta alimentaria (excluyendo fortificación y suplementación), de 185 países diferentes considerando requerimientos por sexo y edad, obteniendo así, la prevalencia de ingesta inadecuada del 99,3% de la población mundial.
¿Cuáles fueron los principales hallazgos?
Según las estimaciones basadas en los alimentos consumidos (excluyendo alimentos fortificados y suplementos), más de 5.000 millones de personas no consumen suficiente yodo (68%), vitamina E (67%) ni calcio (66%). Además, más de 4.000 millones de personas presentan ingestas insuficientes de hierro (65%), riboflavina (55%), ácido fólico (54%) y vitamina C (53%). Estos datos evidencian que la mayoría de la población mundial no cubre sus necesidades de micronutrientes esenciales, ya sean vitaminas o minerales.
El estudio también reveló diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto a las deficiencias de micronutrientes. Las mujeres mostraron mayor prevalencia de ingesta inadecuada de yodo, vitamina B12, hierro, selenio, calcio, riboflavina y folato. En contraste, los hombres presentaron mayores deficiencias en magnesio, vitamina B6, zinc, vitamina C, vitamina A, tiamina y niacina. Estas diferencias pueden deberse a factores como patrones dietéticos, requerimientos nutricionales específicos y cantidades de consumo, entre otros.
Es importante destacar que esta investigación se centró en las deficiencias de vitaminas y minerales sin considerar factores como enfermedades, inflamación, microbioma u otras variables que podrían influir en la biodisponibilidad de los micronutrientes estudiados.
Los autores señalaron que los datos disponibles sobre fortificación son inadecuados para la mayoría de los micronutrientes, por lo que se consideró la ingesta sin incluir estos alimentos. No obstante, el único micronutriente que variaría respecto de los resultados presentados si se considerara la fortificación, es el yodo, ya que se estima que el 89% de la población mundial consume sal yodada, algo que no ocurre con otras vitaminas y minerales.
Finalmente, los autores concluyen que este análisis expone la gran prevalencia del déficit de vitaminas y minerales, así como su variabilidad por sexo. Estos hallazgos permiten identificar con mayor precisión dónde se requieren intervenciones nutricionales, como modificaciones dietéticas, biofortificación, fortificación o suplementación, lo que contribuye a que los profesionales de la salud pública tomen decisiones más informadas para mejorar la nutrición en las poblaciones más necesitadas.